De un comunicado de prensa del Telescopio Canadá-Francia-Hawái:
Un equipo internacional dio a conocer el origen del anillo de gas gigante en el grupo de galaxias Leo. Esta observación descarta la naturaleza primordial del gas, que es de origen galáctico. Gracias a las simulaciones numéricas realizadas en CEA, se ha propuesto un escenario para la formación de este anillo: una colisión violenta entre dos galaxias, hace poco más de mil millones de años. Los resultados se publicarán en Astrophysical Journal Letters.
En las teorías actuales sobre la formación de galaxias, la acumulación de gas primordial frío es un proceso clave en los primeros pasos del crecimiento de las galaxias. Este gas primordial se caracteriza por dos características principales: nunca ha residido en ninguna galaxia y no satisface las condiciones requeridas para formar estrellas. ¿Continúa tal proceso de acreción en galaxias cercanas? Para responder a la pregunta, se llevan a cabo grandes estudios de cielo intentando detectar el gas primordial.
El anillo Leo, un anillo gigante de gas frío de 650,000 años luz de ancho que rodea las galaxias del grupo Leo, es una de las nubes más dramáticas y misteriosas de gas intergaláctico. Desde su descubrimiento en los años 80, se debatió su origen y su naturaleza. El año pasado, los estudios de la abundancia de metales en el gas llevaron a creer que el anillo estaba hecho de este famoso gas primordial.
Gracias a la sensibilidad de la cámara MegaCam Telescopio Canadá-Francia-Hawái, el equipo internacional observó por primera vez la contraparte óptica de las regiones más densas del anillo, en luz visible en lugar de ondas de radio. Emitida por estrellas jóvenes masivas, esta luz apunta al hecho de que el gas del anillo puede formar estrellas.
Un anillo de gas y estrellas que rodea a una galaxia sugiere inmediatamente otro tipo de anillo: el llamado anillo de colisión, formado cuando dos galaxias chocan. Tal anillo se ve en la famosa galaxia Cartwheel. ¿El anillo de Leo también sería un anillo de colisión?
Para asegurar esta hipótesis, el equipo utilizó simulaciones numéricas (realizadas en supercomputadoras en CEA) para demostrar que el anillo fue en realidad el resultado de una colisión gigante entre dos galaxias separadas por más de 38 millones de años luz: en el momento de la colisión , el disco de gas de una de las galaxias se vuela y eventualmente formará un anillo fuera de la galaxia. Las simulaciones permitieron la identificación de las dos galaxias que colisionaron: NGC 3384, una de las galaxias en el centro del grupo Leo, y M96, una galaxia espiral masiva en la periferia del grupo. También dieron la fecha de la colisión: ¡hace más de mil millones de años!
El gas en el anillo de Leo definitivamente no es primordial. ¡La búsqueda del gas primordial aún está abierta!