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Para un geólogo, mirar dentro de una roca es esencial para ayudar a determinar la composición y la historia de la muestra de roca. Para futuras misiones a Marte, o incluso para una misión de retorno de muestra, uno de los objetivos principales será buscar signos de vida, pasados o presentes, que puedan estar escondidos dentro de las rocas. Los científicos están trabajando en una nueva técnica simple para detectar moléculas biológicas y prebióticas que quedan atrapadas dentro de los minerales en las rocas.
Esta nueva técnica utiliza un generador de imágenes óptico y químico basado en láser o LOCI. Un solo disparo láser vaporiza una pequeña porción de la superficie en iones individuales. Estos pasan a través de un espectrómetro de masas, que puede identificar cada ion por la cantidad de masa y carga que tiene. Lo mejor de esta técnica es que la muestra no requiere preparación: solo dispare y detecte.
Las técnicas anteriores requerían que los minerales se disolvieran en una solución o se mezclaran con algún otro medio, lo que diluye la muestra y corre el riesgo de introducir contaminación.
Este procedimiento se probó en la Tierra utilizando muestras del mineral jarosita. La jarosita es un mineral de sulfato de color marrón amarillento que contiene hierro, potasio e hidróxido. Se encuentra en lugares de todo el mundo, como las playas del sur de California y los campos volcánicos en Nueva Zelanda. Se forma solo en presencia de agua altamente ácida.
En 2004, el rover Opportunity descubrió la jarosita en Marte. Los científicos reconocieron de inmediato el hallazgo como evidencia clara del agua pasada en el planeta rojo.
Pero hay algo más sobre la jarosita que lo hace interesante. En la Tierra, para que se forme la jarosita, debe producirse la oxidación de la roca, generalmente la roca es pirita (sulfuro ferroso). Y en la Tierra, la reacción de oxidación generalmente es realizada por ciertos microorganismos "comedores de rocas".
Los científicos dicen que la tasa de formación de jarosita sería extremadamente lenta sin microbios, así como sin la presencia de agua.
Es muy difícil decir si la jarosita puede formarse sin la ayuda de estos microbios, ya que cada rincón de la Tierra está ocupado por pequeños insectos de algún tipo u otro.
Y, sin embargo, sigue existiendo la tentadora posibilidad de que la jarosita en Marte exista debido a algunos pequeños microbios comedores de rocas. Si es así, los restos de estos organismos pueden estar encerrados en el mineral. Y solo hay una forma de averiguarlo: mirar dentro de las rocas de Marte.
En este momento, este método no podría utilizarse en el próximo rover de Marte más grande, el Mars Science Laboratory, que se lanzará en 2009. El instrumento LOCI es demasiado grande y complejo para usarlo de forma remota, dijo David Beaty, científico jefe de la Dirección de Exploración de Marte en el Laboratorio de Propulsión a Chorro.
Pero podría usarse en una misión de retorno de muestra. Pero con suerte, los científicos podrán desarrollar una versión más pequeña y simple para usar en futuras misiones para buscar signos de vida en las rocas de Marte.
Fuente original de noticias: Revista Astrobiología